Historia del panettone
Es el gran protagonista de las mesas durante las fiestas, así como uno de los símbolos de la Navidad: hablamos del panettone, una cúpula suave de masa fermentada enriquecida con fruta confitada, cáscara de naranja y cedro con pasas.
Pero no todos saben que detrás del panettone hay una historia real… ¡o más bien dos!
¿Quién inventó el panettone?
Con los años, más de uno se ha preguntado quién inventó el panettone. De hecho, existen dos leyendas sobre su nacimiento.
El protagonista de la primera es Messer Ulivo degli Atellani, enamorado de Algisa, hija del panadero donde trabajó cuando era niño. Para aumentar la facturación de la actividad, el chico preparó un pastel hecho con harina, miel, mantequilla y huevos: el primer pan dulce de la historia. Gustó tanto, que no solo hizo felices a los clientes, sino también al panadero y a su hija, quien se convirtió en su esposa.
La segunda leyenda gira en torno a un afortunado error cometido por un cocinero que sirvió en las cocinas de Ludovico el Moro. Con motivo de la comida de Navidad, el cocinero había preparado y olvidado accidentalmente el pastel, que ya no era comestible. Para remediar la tragedia, Toni, un joven cocinero, sugirió que el cocinero preparara un postre alternativo con los pocos ingredientes que quedaban en la despensa: miel, mantequilla, harina y fruta confitada. ¿El resultado? Un gran éxito: tanto que incluso hoy en día el «Pane di Toni» es el pastel de Navidad más solicitado por jóvenes y mayores.
El panettone dulce relleno: un manjar para todos los gustos
Hasta la fecha, el panettone se consume «puro», como dicta la tradición, pero también se rellena de varias maneras. Entre las diversas cremas que lo enriquecen se encuentra principalmente el chocolate, la crema pastelera y la nduja, ¡pero no solo con estos ingredientes! En los últimos años, la producción de panettone ha dado espacio a la imaginación al proponer rellenos de pistacho, limoncello e incluso Aperol Spritz. Además de la crema que enriquece la masa, los granos de pan dulce se vuelven aún más deliciosos…una pequeña y esencial delicia que cruje bajo los dientes.
¡Pero aquí no acaba todo! El panettone dulce también se puede rellenar con helado de tu gusto favorito.
Panettone relleno de helado
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La combinación entre gusto, texturas de panettone y helado da vida a un postre único, que regala un placer intenso bocado tras bocado.